EthicHub es una empresa social enfocada a la atención de pequeños agricultores desbancarizados, ofreciendo nuevas herramientas de financiación a tipos más baratos y accesibles y la posibilidad de comercializar sus cosechas en mercados internacionales, generando impacto social, económico y medioambiental.
El mundo de la inversión de impacto está creciendo a un ritmo extraordinario. Y tiene todo el sentido del mundo porque otorga al inversor la posibilidad de ser plenamente consciente y responsable del destino último de su dinero. El mundo de la inversión de impacto ofrece inversiones en proyectos de notable retorno y riesgo moderado a los que estamos acostumbrados pero la diferencia fundamental reside en que las inversiones registradas contribuyen a resolver un problema a nivel global. Y esta tendencia creciente, puede perfectamente consolidarse en una nueva ola de innovación porque tiene todo el sentido del mundo. Entre dos posibilidades de inversión, con un mismo retorno y un riesgo similar, es complicado creer que la mayoría de las personas no opten por aquella que, además, contribuye a resolver un problema económico, social o medioambiental.
A veces no somos conscientes del inmenso poder que tenemos como inversores y que independientemente de nuestra capacidad económica, son nuestras acciones las que pueden contribuir a cambiar el mundo. Pequeñas aportaciones de muchos inversores son tan válidas como una gran aportación de un único inversor. Ese es el poder de la descentralización. Las elecciones que tomamos a diario para consumir un producto determinado pueden contribuir a un mundo mejor. Por ejemplo, disfrutar de un excelente café de especialidad en una terraza de Londres, servido por Change Please, tostado por Old Spike y cultivado por los pequeños productores de EthicHub tiene un inmenso impacto tangible. Con esa simple elección estás contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas sin hogar que atienden estas dos empresas sociales británicas y también a los agricultores de EthicHub ¡Y solo por disfrutar de un excelente café!
Los beneficios de la inversión de impacto son muy tangibles pero todavía queda mucho por hacer. Cuantificar estos beneficios y el impacto generado es uno de los retos más importantes que tenemos entre manos. De hecho, cuantificar este impacto de forma nítida y profesional es una de las demandas más importantes del mundo de la inversión de impacto. Para los inversores, tiene que convertirse en un reporte que refleje de forma fidedigna las mejoras que su dinero ha generado en las personas destinatarias. Para los proyectos y empresas sociales del mundo de la inversión de impacto, tiene que ser una métrica perfecta para saber dónde se ha impactado y dónde se puede mejorar el impacto.
El mundo de la inversión de impacto tiene que ir de la mano de la sostenibilidad. De hecho, es posible que en un futuro próximo, lo que no sea sostenible ni rentable deje de tener sentido. Hoy tenemos a nuestro alcance nuevas herramientas tecnológicas que nos posibilitan crear nuevos modelos de negocio, mucho más colaborativos o repensar y mejorar los existentes. La tecnología blockchain y las criptomonedas nos permiten llegar a muchas más personas que, hasta ahora, han estado desatendidas porque no tenían acceso, por ejemplo, al sistema financiero o bancario tradicional. Personas trabajadoras, con actividades rentables, incapaces de romper el círculo de la pobreza que les atenaza. Y eso es, precisamente, lo que nos ha enseñado Bitcoin, que se habían roto las fronteras del dinero, y que existe una nueva forma transparente, barata e inmediata de llegar hasta estas personas excluídas. Y no solo eso, otras características asociadas a la tecnología son la transparencia, gratuidad, prescindir de entes de confianza… un montón de adjetivos que combinados de forma inteligente nos proporcionan una herramienta impensable hace algunos años. Y cualquier persona es susceptible de incorporarse a esta nueva revolución.
La filantropía está muy bien pero tiene las patas muy cortas. Podremos ayudar a otras personas, de forma desinteresada, hasta que ya no podamos hacerlo. ¿Y entonces qué? En cambio, el mundo de la inversión de impacto nos ofrece la posibilidad de gratificar a los inversores con notables retornos aunque no tengan un ánimo declarado de ayudar a terceros. Y da igual, la verdad. Es muy lícito también buscar nuevas oportunidades de inversión que no las puedes encontrar en los productos bancarios actuales. Y otorgar ese retorno por la inversión, es la forma que tenemos de movilizar grandes inversiones, públicas o privadas, para destinarlas a generar ese inmenso impacto global. El secreto es crear ecosistemas colaborativos, donde todos ganemos con la relación, independientemente de tener una actitud egoísta. El resultado de nuestras acciones redundará en beneficios de todo el ecosistema.
El mundo de la inversión de impacto no está limitado a un ámbito geográfico concreto. Inversores y beneficiarios se pueden localizar en cualquier parte del mundo. Quizá pensemos en los países en vías de desarrollo como la opción más natural y es verdad que en esas regiones existen enormes oportunidades. Es un inmenso océano azul que hasta ahora permanecían inexplorados por distintas causas. Latinoamérica, África, Asia… o cualquier otro lugar que hoy nos pueda parecer inaccesible. Ahí donde quede un problema por resolver, el mundo de la inversión de impacto tendrá una oportunidad para estar presente.
Como en cualquier otra inversión siempre existe un riesgo y el mundo de la inversión de impacto no es una excepción. Y son múltiples las causas que pueden desencadenar acciones concretas que lleven a que nuestra inversión no sea rentable. Por eso, siempre debe ser una obligación del inversor realizar un estudio previo de viabilidad. A la clásica ecuación del inversión de riesgo - beneficio, el mundo de la inversión de impacto incorpora un nuevo elemento; el impacto. Podremos asumir un mayor riesgo y renunciar a un mayor beneficio si a cambio metemos en la ecuación el impacto generado con nuestra inversión. Esa íntima satisfacción no es cuantificable pero seguro que nos hace sentirnos mejor.
EthicHub surge con vocación global para abordar el problema de los pequeños agricultores desbancarizados, personas trabajadoras con actividades rentables, incapaces de desarrollarse social y económicamente solo por estar excluidos del sistema financiero tradicional. Ahora, gracias a los inversores de nuestra plataforma, disponen de herramientas de financiación más baratas y accesibles. Donde antes pagaban intereses por encima del 100% anual, ahora tienen tipos de interés por debajo del 15%. Así es cómo puede surgir la figura del ahorro en esas comunidades y lograr su desarrollo personal. Pero no solo eso, con la comercialización de sus cultivos en mercados internacionales, logramos proteger y poner en valor al que ha sido siempre el eslabón más bajo de la cadena de distribución, siendo el más importante.
Y el impacto generado, aun no siendo muy tangible, alcanza también a la naturaleza y el respeto al medio ambiente. Si no protegemos la forma de vida de estas personas, sus pequeños cultivos integrados en la naturaleza, su excelente café producido bajo la sombra de los árboles, les expondremos ante la tesitura de optar por monocultivos intensivos. Una alternativa donde los árboles centenarios y la fauna y flora que les rodea no tienen mucho futuro. ¡ Piensa también en eso cuando disfrutes de ese café en Londres!